El abordaje de la salud y la enfermedad mediante la utilización a dosis infinitesimales de remedios procedentes de la naturaleza, que es lo que constituye el epicentro del concepto terapéutico desarrollado por la Homeopatía, viene utilizándose de modo crecientemente progresivo desde su sistematización por Hannemann en el siglo XIX.
La identificación del Modo Reaccional de cada individuo es la clave del abordaje diagnóstico y terapéutico realizado por la Homeopatía. En él se tiene en consideración, de modo holístico, tanto los aspectos físicos como psíquicos y emocionales que definen a cada ser humano en cada momento de su evolución.
Este concepto holistico de la persona, así como la insistencia metodológica de la Homeopatía en la individualización de cada caso particular (frente a la metodología protocolizadora, homogenizadora y mecanicista de la Medicina Occidental, que aunque es muy útil en muchos casos, como lo demuestran sus continuos logros, no lo es tanto en determinadas circunstancias particulares), supone una sinergia conceptual entre la Homeopatía y la MTC/acupuntura ( y con la Medicina Natural en general). Constituye, en nuestra opinión, un elemento valioso que las diferencia, a la vez que complementa, con respecto a la Medicina Occidental, la cual, al partir de una visión mecanicista del hombre, es muy eficaz en el abordaje de los aspectos físicos del ser humano (pensemos, por ejemplo, en los grandes avances en técnicas diagnósticas o quirúrgicas que nos ofrece) pero poco sintonizada con los aspectos psíquicos y, sobre todo, emocionales del mismo, aspectos que son claves tanto para la Homeopatía como para la MTC/Acupunutra.
Sumar ambos conceptos a los aportados por la Medicina Occidental, amplia nuestra visión de la realidad médica Integrativa del Ser Humano, a la vez que incrementa nuestras posibilidades curativas minimizando los riesgos.